Sevilla tenía que ser. Al entrar encontrabas un barullo de gente disperso por el local en múltiples corrillos alrededor de los seis puestos de despacho que disponía la farmacia. Me sorprendió que tuviera un dispensador de números y su pantalla correspondiente para ordenar la atención a los clientes que allí se encontraban. Tras coger número casi nos tropezamos con un señor en silla de ruedas que su mujer había dejado mal estacionado mientras charlaba distendidamente con su vecina/ amiga de toda la vida, que salía ya de la farmacia con su carrito de la compra. Al observarlas bien, me dio la impresión que ambas estaban allí por otro motivo distinto al de comprar medicinas. Aquella farmacia parecía más un punto de encuentro, un lugar donde ir a pasar la mañana y charlas con las vecinas, y todo por EL AIRE ACONDICIONADO. La señora del carrito llevaba allí desde primera hora y sólo había salido a desayunar al bar de en frente, pero enseguida regresó a ver si se encontraba a alguna vecina más. Y la del marido en silla de ruedas tampoco tenía intención de comprar nada, si acaso unas juanolas que siempre vienen bien. Ya empecé a pensar mal y puede que aquel señor en silla de ruedas ni era su marido ni lo conocía de nada, simplemente se lo encontró por la calle y se lo llevó a la farmacia para disimular y coger buen sitio, y como estaba fresquito el hombre no dijo nada.
Yo personalmente prefiero los centros comerciales, que te puedes hasta sentar en la sección de libros o donde los muebles de terraza, aunque ahí llamas más la atención... Además te distraes más viendo cosas que nunca comprarás porque ya no te cabe nada en casa, y no tienes terraza ni nada... pero tu te paseas fresquito. Aunque en el centro comercial no encuentras el ambientazo marujil que había en la farmacia.. que te pones al día de todo.
Creo que se me han acabado las juanolas, me voy corriendo a la farmacia, igual con suerte me encuentro al señor en silla de ruedas en la calle y pillamos un buen sitio.
En este espacio habita un pastorcillo del sur que un día emprendió un viaje sin retorno en busca de aires nuevos y acabó asentándose en la gran capital...
Arte y con humor...no te falta detalle jiji.
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